1 ago 2010

julio-septiembre 2010


A veces la vida resulta sonriente, a veces oscura. Cuando todavía resuena la alegría por la hazaña que ha conseguido la selección nacional de futbol, se nos recuerda en los medios de comunicación que ya han pasado seis meses desde el terremoto que asoló Haití. La ayuda internacional no acaba de llegar ni de distribuirse equitativamente. La corrupción y el atasco burocrático han tomado posesión de la sociedad y la gente sigue sufriendo por las terribles consecuencias como el hambre y la falta de techo.
En nuestro pais también hay grandes contrastes. Unos estamos de vacaciones, otros hemos sido afectados por los recortes salariales, otros estamos padeciendo una enfermedad, o simplemente, estamos solos.
No obstante, como suele decirse, Dios no está de vacaciones. Él está al corriente de todas nuestras situaciones. Llora con nosotros y ríe con nosotros. Así es nuestro Dios. No es un ser en las alturas inaccesibles para los mortales. Su estado de ánimo no depende de nuestras acciones, afortunadamente. Él se mantiene fiel a sus promesas, y dijo que no nos dejaría ni nos abandonaría. Ese es el gran mensaje del cristianismo, a diferencia de otras religiones. Se implica tanto con nosotros que ha empeñado hasta su propio hijo. Y no solo es una declaración de intenciones. Su acercamiento ha llegado hasta el extremo de meterse literalmente en nuestra piel, en nuestro cuerpo humano, con nuestras limitaciones y nuestras debilidades.
Ese es el carácter que hemos aprendido de Jesús. En varios artículos de este número leemos experiencias de personas que han sabido transmitirlo en el campo de la enseñanza, como Feliciana Armengol y la familia Gulick, o en la obra social, como Josefina Mata o Irene Carrera.
Y así se hacen más ciertas las reflexiones de Manolo Ordax cuando dice que " El esfuerzo, el trabajo, el llamar a las puertas que se nos presentan y hacer todo lo que esté en nuestra mano es a lo que somos llamados. Pero hay una diferencia notable entre hacerlo pensando que de ello dependemos completamente (y que nuestro futuro descansa sobre la frágil base de nuestro esfuerzo), o hacerlo sabiendo con certeza que Dios actúa según su conocimiento de todas las cosas y su buen plan para nosotros. Él sabe usar nuestro esfuerzo, nuestros dones y nuestra capacidad para bordarlos en el tapiz que está tejiendo en nuestra vida. Nuestro trabajo no es en vano, pero al final el artista es Él."
Disfruta saludablemente de tu tiempo de ocio y de tus vacaciones recordando que Dios está siempre ahí, pendiente de ti, conectado contigo a toda hora, aunque tú no estés haciendo nada.
Elisa Herreros
Directora
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MÁS QUE HUELLA: AMOR


Existen personas que, aunque nos despidamos de ellas, no se van del todo, pues su “huella” queda en nuestro corazón. Este es el caso de “la señora Santacana”, como así se la conocía. Había nacido el 9 de abril de 1923, por lo tanto, nos ha dejado a la edad de 87 años.
Tuve el privilegio de conocerla hace muchos años, así como a su esposo, hijos y mucha familia. Siempre la vi en el Hogar de Ancianos de Vilafranca del Penedés, aunque me consta que sirvió en muchas otras áreas, como pueden ser los Campamentos organizados en Font-Rubí, inolvidables para muchos niños…Es muy difícil resumir en poco espacio la gran labor que esta mujer desempeñó junto a su esposo, el Pastor D. Benjamín Santacana durante más de 40 años como Directora del Hogar, siempre apoyados por su familia.


Junta Nacional año 1960

El 8 de mayo de 1955 se inauguró dicho Hogar, (yo no estuve, todavía era pequeña), un proyecto con visión anterior por las Sociedades Femeniles de Catalunya y también Nacional, ya que en el año 1953, la ofrenda para Misiones Domésticas (así se denominaba entonces Misiones Nacionales), fue dedicada para el futuro Hogar. Esta ofrenda fue promocionada por la Revista “Nuestra Labor”, de los meses febrero-marzo del mismo año, basada en el tema de la “Ancianidad”. El importe ascendió a 3.612 pesetas, la cifra más alta recaudada hasta entonces.

Nuestra hermana Josefina, se convirtió también en la “promotora” del Hogar, pues viajaba donde la invitaban para darlo a conocer. Todo fue posible con:
• Donativos particulares.
• Ofrendas especiales de las Sociedades Femeniles.
• “Día del kilo” (se recogía en diferentes Iglesias un kilo de algo y luego algunas hermanas se desplazaban para llevarlo al Hogar).
• Donaciones de sábanas, colchones, toallas, etc.
• Campañas especiales en Navidad en conjunto con las Iglesias.
• Otros medios, siempre apoyados por las mujeres.

El Hogar, poco a poco se fue llenando de solicitudes. Por ello se agrandó y también se contrató personal para poder atender a los internos, pues Dª Josefina ya no podía dar más horas de las 24 que tiene el día.



En el año 1973 se creó una Comisión y también un Patronato. Con los años (jamás lo imaginé) pasé a ser miembro de la Comisión y más tarde, dado mí cargo de Presidenta Nacional de la UMMBE, fui miembro del Patronato. Todo ello me llevó a conocer más a la hermana Josefina y el Hogar.

Recuerdo el “boom” del año 1968 en que entró en el Hogar por primera vez ¡una lavadora! Justamente cuándo hacía pocos meses que mí padre me había regalado mí primera lavadora. La hermana Josefina no se lo podía creer, incluso decía que “era un lujo”. Sí, sí… para mí, también lo era la mía.

En las reuniones de la Junta Nacional, no faltaba su informe detallado. Se celebraban en la Iglesia de General Lacy de Madrid y nuestro “viaje de Junta”, consistía en viajar en tren toda la noche del viernes, todo el sábado reunión y esa noche, de nuevo en tren regresando a nuestras respectivas ciudades, ya que el domingo “cumplíamos” con el Día
del Señor en nuestras Iglesias.

Muchas veces, Josefina llegaba al Hogar y se encontraba a alguna “abuelita” (como ella las llamaba) enferma; la atendía y llevaba al médico. ¡Jamás se quejó de esto!

Durante muchos años, el comedor de su casa fue “nuestra sala de reunión”. No olvido “el café Malta” y algunas pastas “Marías”, que ella con cariño nos ofrecía. Ni tampoco puedo olvidar a tantas personas que acudían a las reuniones; algunas tenían que viajar toda la noche en tren… Era un gozo trabajar con ellas (algunas ya están con el Señor)

El Hogar de Ancianos fue denominado como “La casa que edificó el Amor”. La verdad es que todo era hecho con amor. Tampoco puedo (ni quiero) olvidar a su esposo D. Benjamín Santacana. Me gustaba llegar algo antes de las reuniones, así podía estar en el devocional matinal que él impartía diariamente a los internos. En alguna ocasión nos pedía que lo diéramos alguno de nosotros. Dª Josefina era la encargada del “¡Chisss!”, ante el revuelo de todos por saludarnos. ¡Qué simpáticos momentos!

¿El momento más difícil? Ver tantas solicitudes encima de la mesa y carecer de espacio en el Hogar para atenderlas. Nuestro rostro delataba esa impotencia, al tiempo que escuchábamos: “¿no se podría hacer algo?” Ya imagináis de quién era la voz…

Hoy se tienen pensiones, pero en aquellos años, muy pocos cobraban algo y sus recursos eran escasos. No obstante, “La casa que edificó el Amor”, siguió funcionando siempre. Al admitir otro anciano, se priorizaba su necesidad, antes que lo que podía aportar, ¡de eso, doy fe!

Quiero resaltar también, que allí estuvo unos años, hasta el final de su vida, nuestra primera Presidenta Nacional, Dª Elvira Peradejordi, conocida como “la señora Vallmitjana”, (apellido de su esposo). Fue elegida Presidenta en marzo de 1948 en Barcelona. Era otra visita “obligada” al ir al Hogar. Con unos ojos vivos, menuda, cordial… siempre agradeciendo los cuidados de D. Benjamín y Dª Josefina.

¡Sí! Llegaba la noche, habíamos terminado una reunión, nos despedíamos y regresábamos a nuestros hogares; pero… ahí quedaban en “su hogar”, Josefina y Benjamín. En muchas ocasiones, al volante de mí coche, sola con mis recuerdos, pensaba: “¿Qué noche les espera?” Luego, se nos comunicaba que tras una noche larga, un ancianito “se había ido con el Señor, de la mano de Josefina y Benjamín”.

Pasaron los años y también llegó el día del descanso merecido para Dª Josefina Mata. Pude trabajar con la nueva Directora, Yolanda Santolaria, persona joven y dinámica. Nadie podía imaginarse el cambio con tanta cordialidad y respeto mútuo. Los señores Santacana, seguían viviendo en su piso dentro del Hogar. Ellos, en su día habían dado todo el edificio para el Hogar.
Luego, conocí al siguiente Director, Santi Sánchez, quién organizó en el año 2005 el 50º aniversario del Hogar, un acto entrañable al que también asistieron las autoridades locales. Pude hablar con el Alcalde, quién puso muy alto a los señores Santacana-Mata. En la actualidad, Armando Soto tiene la dirección del Hogar, con un buen trabajo y testimonio; también ofreciéndose para dar información.

Si hablamos de Josefina, hablamos de Benjamín y viceversa. Siempre trabajando juntos y también llorando juntos. Tuvieron que pasar por el dolor de perder a su hijo David (fue importante su colaboración en el Hogar, pude trabajar con él). Ante esta triste noticia “volé” a Vilafranca, quería darles un abrazo y si hacía falta, llorar juntos. Fue una tarde difícil…

Pasó un poco de tiempo y la UMMBE celebramos nuestro 60 Aniversario en Guadarrama, fecha en que se reconoció el trabajo de varias mujeres, entre ellas, Dª Josefina, quién por su salud no pudo asistir. Como Presidenta Regional recogí la placa en su nombre y también “volé” a su hogar para entregársela en nombre de todas las mujeres de la UMMBE. ¿Sus palabras? “Esto es un grande honor, creo que no lo merezco”. ¡Hasta D. Benjamín quiso sacarnos una foto y la hizo genial!



No me ha faltado nunca su felicitación de Navidad, con esa letra peculiar y bien ordenada, excepto el año pasado, que nos felicitamos por teléfono.

A los pocos días, el 4 de enero de 2010, D. Benjamín “se iba con el Señor” Pasados cinco meses, el 11 de junio, nos dejaba Dª Josefina, ¡juntos otra vez! En ambos casos y sintiéndolo mucho, no pude “volar” a Vilafranca, dado que estaba de viaje. Es una “espinita” que me ha quedado…

El reconocimiento de la UMMBE a nivel Nacional y Regional, fue mediante un hermoso centro de flores el día de su entierro, ¿qué menos merecía nuestra hermana? Cada flor podía representar una vida de cada ancianito que había sido cuidado con delicadez en la “Casa que edificó el Amor”.



Esta pequeña y resumida historia de esta gran mujer, queda en nosotros con las palabras bíblicas: “Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”. /Apocalipsis 14:13/

El acuerdo unánime de la Junta Directiva de la UEBE y como homenaje a esta mujer que dio su fuerza y amor, fue que el Hogar de Vilafranca, pase a llamarse “Llar d´Avis Josefina Mata”.

Estoy terminando esta historia y pienso… ¡prácticamente, casi todo esto lo he vivido yo! ¡Qué mayor soy! Pero…me alegro de ser mayor, pues he conocido a muchas personas que en mí vida han dejado más que huella… han dejado amor.

¿Qué más? … Seguro que hay mucho más y personas que la han conocido mucho más que yo, así como su querida familia que siempre han estado a su lado. ¡Gracias!
¿Sabéis lo que Dª Josefina diría? ¡La gloria para el Señor!

Blandina Ronsano Obradors

abril-junio 2010


El empresario Carlos Slim ha desplazado a William Buffet y a Bill Gates de los primeros puestos y se ha convertido en 2010 en el hombre más rico del mundo. La fortuna de este ingeniero mexicano asciende a 53 mil millones y medio de dólares. A sus 70 años, viudo y con siete hijos, controla un imperio en el sector de las telecomunicaciones en Latinoamérica. Se le conoce como un rico “a la antigua usanza”, campechano, familiar, filántropo y que detesta la ostentación del lujo. Lo que realmente le llena de orgullo es que el mayor de sus hijos haya donado un riñón para salvar la vida del más pequeño. En una reciente entrevista a un rotativo español, declaró “yo no me voy a llevar nada a la tumba…”
Todos sabemos que esto es cierto y que aunque metamos todos nuestros tesoros en la caja, como hacían los antiguos egipcios, allí se quedarán a la mano de los ladrones y expuestos al efecto de la polilla y del orín. La Biblia nos enseña que hemos de diferenciar entre las cosas que tienen valor (joyas, ropas caras, obras de arte, etc.) y las cosas que tienen valor eterno (amistad, amor, fe, etc.). Nuestras posesiones valiosas, si es que las tenemos, tienen su valor, pero efímero, pues cualquiera las puede robar o se pueden estropear. Los valores eternos van más allá de la vida, están alojados en el cielo, donde nadie los puede robar ni estropear.
En este segundo número del año hacemos un especial énfasis en varios de esos valores eternos: el respeto de una nuera a su suegra, el amor hacia las madres en su día especial, valores que también subyacen en los artículos dedicados al maltrato a las mujeres y al tráfico de seres humanos. (En abril ya son 22 las víctimas por violencia de género en nuestro país). Amor es lo que nos ha movilizado para ayudar a Haití.
Ese es el lugar donde ha de estar nuestro corazón, nuestro tesoro. Esa debe ser nuestra máxima preocupación, dejar una herencia digna de los hijos de Dios, como dice Blandina Ronsano al finalizar su entrevista para una revista secular, “cuando yo muera me gustaría dejar este mundo mejor que lo encontré”, o como reza el lema escogido por la Fundación Ábside, “sólo queremos cambiar el mundo”.
¿Cómo puedes tú aportar tu granito de arena a esta difícil tarea? Suscribamos todas las buenas prácticas e iniciativas que la sociedad nos plantea en los últimos tiempos, tales como la ecología, la sostenibilidad, la eficiencia energética, el comercio justo, la solidaridad ante los desastres naturales, la lucha anti-tráfico de personas, etc, que dicho en “lenguaje evangélico” se podría traducir en respeto a la creación, amor al prójimo ante la explotación comercial o sexual, misericordia, justicia, bondad.
En definitiva, joyas para nuestro tesoro celestial.
Que Dios te guarde en estos tiempos difíciles y te ayude a meditar en lo que realmente importa.
Elisa Herreros Monge
Directora

26 ene 2010

enero-marzo 2010

Editorial

2010, MMX, acaba de comenzar. En el calendario Gregoriano es el 2010º año de la Era Común o Anno Domini, el 10º año del 3r milenio y del siglo XXI y el primero de la década. Las Naciones Unidas lo han designado Año Internacional de la Biodiversidad y Año Internacional de la Juventud.

Además es el “Año del tigre”, según el horóscopo chino y se celebran importantes aniversarios como el bicentenario de la Independencia de México y de Colombia y del inicio de los procesos independentistas de Chile y Argentina, el centenario de la Revolución mexicana, el 1.100 aniversario del Reino de León, el centenario del nacimiento de Teresa de Calcuta o el tercer centenario de la Feria de Albacete. Este año tendrá lugar también el Congreso Bautista Mundial en Hawai, que se celebra cada cinco años.

A los cuatro días de su inicio, se ha inaugurado el rascacielos más alto del mundo en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, con 828 metros. Y hace unas horas la tierra ha temblado en Haití. La muerte y la desolación ha venido sobre uno de los países más pobres y miserables. En estos momentos se desconoce la cifra de víctimas mortales pero se prevé que será una de las mayores catástrofes de la historia de América.
No obstante, y como dicen los optimistas, “lo mejor está por venir”. También lo dice la Biblia en el libro de Jeremías 29:11: "Porque yo sé los planes que tengo para vosotros -dice el Señor- planes de bienestar y no de calamidad, para daros un futuro y una esperanza”. (La Biblia de las Américas)
¿Qué planes tienes para este año? ¿Has pensado en dedicarle más tiempo al Señor? ¿Por qué no intentas descubrir qué planes tiene Él para ti? Quizá puedes poner en marcha de una vez ese don que Dios te ha dado y que estás dejando año tras año. Quizá puedes dedicar unos minutos a reflexionar y decidir que este no va a ser un año más, que va a ser un año especial, en el que tomaste importantes determinaciones en tu vida.
La revista también inicia una nueva etapa, con un nuevo equipo y por el que pedimos vuestras oraciones y colaboración. Eva Delás es la diseñadora y Cristina Cháfer la distribuidora. Dos mujeres muy jóvenes, preparadas e ilusionadas.
Deseo de todo corazón que la lectura de esta revista te ayude a meditar y sea de gran inspiración para tu vida.
Elisa Herreros Monge
Directora

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Las margaritas de mi abuela


Y aunque la rosa se muera de envidia…me quedo con las margaritas de mi Abuela.

Yo también tengo un superabuelo, que ayer entre lágrimas me contaba como el lunes mientras visitaba un vivero con mi abuela, porque a ambos les apasionan las plantas, las flores, agricultores de profesión y devoción, pues eso, que me contaba que mi abuela se quedó prendada de una maceta llena de margaritas, porque éstas eran sus flores preferidas. Mi abuelo le dijo: “Maruca, cógelas, yo te las compro” Pero como buena mujer canaria, madre de familia, ahorradora, sensata ella replicó, “Rafael son muy caras y no están los tiempos para gastar de más”. Y claro está, ella es la que manda, así que no compraron las margaritas.

Al día siguiente, mi madre va a casa de mi abuela con mi sobrina, para que juegue con sus primos que seguro estarán allí y disfrute con ellos y con su bisabuela, porque en vacaciones no hay otro lugar mejor que la casa de tus abuelos, ¿a que si?

Pues llegaba la hora de cenar y Rafael que no aparece… y mi abuela refunfuñando… ¿Dónde se habrá metido este hombre? Las horas que son y que no aparece…
Al rato llega mi abuelo portando en sus brazos la famosa maceta de margaritas, y le dice “Maruca mira, para ti”.
Mi abuela con su particular genio le contesta: “¡fuerte hombre este!! pero mira que le gusta gastar los dineros”, y mi abuelo con una sonrisa le dice: “María en ti yo me gastaría todo mi dinero y más” y mi abuela sonrió y juntos transplantaron las margaritas a un macetero más grande que también compró mi abuelo en previsión de que mi abuela iba a aceptar su regalo.
Esa noche, me contaba mi madre antes de marcharse a casa, que mi abuela estaba contenta, los niños estaban felices jugando, todo estaba bien.

El miércoles por la mañana, tempranito, porque aunque jubilados mis abuelos siempre se levantan temprano, que digo yo que será por eso de la costumbre de tantos años de trabajo y desvelo…son de otra generación, la cual admiro.
Como todas las mañanas, antes de desayunar, ella se sienta en la mesa de la cocina para tomarse la tensión arterial, cosa que hacía todos los días, no sé si porque yo, su nieta la médico le decía que era importante, o porque una vez y te acostumbras, pasa a ser un acto rutinario. El caso es que mi abuelo le pregunta: “¿Mami, te vas a poner las babuchas?” Y ella le contesta: “no ya me puse las playeras”.
Acto seguido mi abuela se desploma hacia un lado, y aunque por un momento mi abuelo pensó que era una broma, desgraciadamente no fue así, él corrió hasta ella y la sujetó en sus brazos para que no se hiciera daño al caer, trató de reanimarla, llamó a emergencias, pidió ayuda, pero y aunque esta llegó, nada se pudo hacer.

Mi abuela se fue, y mi abuelo a pesar de que estaba viviendo la peor de sus pesadillas, tuvo el aplomo de actuar sin dejarse llevar por el miedo del momento, no sé de dónde sacó el valor para reanimarla y llamar a emergencias y pedir ayuda y no derrumbarse al ver que su amor de 57 años se estaba marchando y él nada podía hacer.

Si, mi abuelo es el mejor con diferencia, porque tras una noche horrible de lagrimas y desvelos, fue a casa a cambiarse, (porque aún quedaban horas para el entierro) pero aún con su gran tristeza, su cansancio, su dolor, tuvo tiempo de preparar, un ramillete de margaritas frescas, recién cortadas para dárselas a mi abuela, para que ella descansara con sus flores preferidas.
Y así se fue mi abuela, con sus margaritas.

Margaritas que reflejan el gran amor que sentía mi abuelo por mi abuela, y que me hace ver que a pesar de que llevaran toda una vida juntos, él la amaba como el primer día, y así se lo demostraba.

Qué grande es el amor… para aquellos que creen que con el tiempo éste se agota, sirva mi abuelo como ejemplo de que no.

Por eso y muchas otras cosas que algún día espero poder compartir, hoy proclamo a voz en grito, que sin a lugar a dudas……. mi Abuelo es el mejor.

Así que aunque la rosa, símbolo del amor y la pasión desde hace generaciones, se marchite y se muera de envidia, yo me quedo con las margaritas de mi abuela.


Pili Montesdeoca Hernández
El Fondillo

octubre-diciembre 2009

Lucía González da por concluida su etapa al frente de la revista

La directora del Departamento de Comunicación e Imagen, (Publicaciones y Revista Nuestra Labor), Lucía González manifestó en la pasada Convención de la UMMBE que su etapa como responsable de este cargo había finalizado habiéndolo puesto en conocimiento de la Junta directiva de la UMMBE desde hacía un tiempo.
Este podría ser el titular que más o menos recogería la noticia. Pero no sería suficiente para expresar los sentimientos y las experiencias vividas desde que en el 2001 me hice cargo de la revista Nuestra Labor.
A partir de entonces me he dedicado al desafío de editar y dirigir la revista Nuestra Labor, que tras 50 años de existencia necesitaba una renovación para adaptarse al nuevo siglo.
Desde el principio supe que era una empresa a la que me guiaba el Señor pero que yo sola no podría llevarla adelante. Era preciso contar con la iniciativa, el entusiasmo y el esfuerzo de una serie de personas. Y así el Señor puso a Elisa Herreros y a Manuel Ordáx sin cuyo esfuerzo no hubiese sido posible. Los tres hemos sido compañeros, amigos y hermanos sin haberse producido jamás ninguna brecha entre nosotros. A todos nos ha guiado por igual el mismo espíritu de superación y servicio. Cada uno ha desempeñado su rol, sin importar si ha tenido en ocasiones que asumir otra función. Manolo ha sido un ejemplo del buen hacer, no solo ha aportado su genialidad como diseñador1; ha hecho de todo, se ha entregado por completo, nos ha dado opciones, ideas y sobre todo un valioso punto de vista objetivo que nos ha ayudado a ampliar visión. Elisa ha corregido, ha escrito y mucho más, pero sobretodo ha sido mi mano derecha, mi amiga…
Además hemos podido contar a lo largo de estos años, con otros colaboradores que nos han ayudado con sus artículos y/o consejos a mantener el interés de los lectores.
Desde el primer momento apostamos por una línea editorial centrada en una variedad de artículos para edificación de los lectores, y en la información de la UMMBE a través las páginas “Bienvenidas a la UMMBE”.
Desde entonces se sucedieron importantes cambios: Nuevo formato con más páginas y color. Nuevas colaboraciones de mujeres y hombres muy preparados en distintas áreas y temas de interés. Nuevas secciones. La verdad es que editar la revista Nuestra Labor ha sido una tarea apasionante que nos ha mantenido permanentemente al borde del abismo. Con el júbilo y autocomplacencia de haber logrado imprimir el primer número, surgía la pregunta: ¿Podremos editar el siguiente, con más calidad? Ésta ha sido la historia constante de nuestra querida revista, cada año.
Con el cambio de nombre de Directora de Publicaciones en el organigrama de la UMMBE a Directora del Departamento de Comunicación e Imagen, se amplió aún más el campo editorial y de difusión: Revista, Folletos divulgativos, Presentaciones, Stands en las Convenciones. Nuevas publicaciones: Guía permanente, Guía anual, Monográficos de la UMMBE y el Libro de memoria de la UMMBE. Nuevos retos: Promover Trabajos de Investigación sobre el tema de la mujer y Concursos literarios. Precisamente este año se ha inaugurado en primero bajo el nombre de Concurso Literario “Antonia Zapater”. Fomentar las relaciones a nivel nacional e internacional, con Uniones de otros países, y con la Unión Europea.
El último desafío ha sido el cambio de nombre, al que hemos incorporado el apelativo de Nuestra Visión. Este año hemos añadido el nombre “NUESTRA VISIÓN”. La palabra "Visión" va mucho más allá, habla de ministerio, vocación, misiones... de tener un enfoque, un punto de vista, una perspectiva pero, sobre todo, de mirar al futuro, de alcanzar metas lejanas, que nos puedan motivar y ayudarnos a crecer. Lo de "Nuestra" es la palabra necesaria para que se asocie con el nombre de Nuestra Labor, que sigue presente. Y todo ello para alcanzar a nuevos suscriptores/as que vean a nuestra revista más actualizada, sin prejuicios.
Nuestra Labor ha pretendido ser un vehículo de expresión del pensamiento cristiano y una herramienta al servicio de las mujeres. En estos últimos años ha experimentado importantes cambios con el fin de llegar a más mujeres jóvenes y hombres también, para que nuestra revista tenga el reconocimiento que merece y que a veces pasa desapercibido en nuestras iglesias y aún entre las mismas mujeres.
Por otra parte, hoy nuestra revista es reconocida en no solo en la UEBE sino también en otros ámbitos evangélicos, como una de las mejores revistas cristianas.
El balance ha sido positivo. Puedo decir que en estos años he dejado mi alma en la revista y en la UMMBE, muchas horas de trabajo, expectativas e ilusión; pero ahora ha llegado el momento de descansar, de perder el estrés acumulado y asimilar todo lo que he trabajado y aprendido durante estos años… y seguir sirviendo adonde el Señor me guíe.
El futuro de la revista y su impacto dependerá de todos los que trabajen en esta empresa. El nuevo equipo que se forme a partir de esta Convención debería seguir velando por el rigor y la calidad de los textos, buscando colaboración de personas reconocidas y preparadas que ayuden en el equipo de redacción, así como acertar en la selección de los artículos que sean del interés de los lectores.
La empresa será fascinante si se acomete con fe y servicio. Que Dios siga bendiciendo este ministerio y levante a la persona que habrá de continuar con la tarea.
Por último, a modo de despedida, agradecer a tantos hermanos y hermanas el cariño que me han demostrado durante todos estos años, y al Señor por haberme dado la oportunidad de servirle en un ministerio tan especial.
Hasta siempre,

Lucía González

julio-septiembre 2009




«Hay que vivir como si fuéramos inmortales»
(Mario Benedetti)

Los amantes de la literatura recibimos el domingo 17 de mayo la triste noticia del fallecimiento de Mario Benedetti en su casa de Montevideo. El escritor uruguayo, poeta, narrador, dramaturgo y ensayista, autor de más de 80 obras, se pasó la vida trasladándose, viviendo en Francia, Argentina, Perú, Cuba y España. Sus temas recurrentes han sido principalmente el amor y la solidaridad.

¿Quién no ha leído o escuchado alguna vez estas líneas del libro Táctica y Estrategia?:

Mi táctica es
mirarte,
aprender como sos,
quererte como sos.

Mi táctica es
hablarte
y escucharte,
construir con palabras
un puente indestructible.

Mi táctica es
quedarme en tu recuerdo.
No sé cómo ni sé
con qué pretexto,
pero quedarme en vos.

Mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros,
para que entre los dos

no haya telón
ni abismos.

Mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple.

Mi estrategia es
que un día cualquiera
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites».


Me emociona pensar en el autor, diciéndole estas palabras a Luz López, la que fuera su mujer desde 1946, que murió hace tres años a causa de la enfermedad de Alzheimer, y que le dejó diciendo:

Acontece la noche y estoy solo
cargo conmigo mismo a duras penas
al buen amor se lo llevó la muerte
y no sé para quién seguir viviendo.

En los últimos años de su vida, su obra está marcada por la soledad y sobre todo por la muerte. No se consideraba una persona creyente ni religiosa. Su única religión válida es siempre la conciencia («Yo no sé si Dios existe, pero si existe sé que no le va a molestar mi duda»).

La angustia de Mario Bendetti se refleja en uno de sus últimos libros, “Vivir adrede” del año 2007 en el que podemos leer frases como ésta:

«Cuando llegue el momento de ser nadie, el mundo seguirá y no lo veremos. […] Lo cierto es que no somos dueños de este cuerpo, tan sólo lo alquilamos, hasta que llega el óbito y nos da desalojo. Y entonces ser nadie es bastante menos que ser poco».


Cuántas verdades y cuántas dudas esconde este pensamiento. “El mundo seguirá”, sí, aunque nosotros no estemos aquí.

Cuánto vacío y cuánto realismo. Me da pena que alguien sienta ese vacío existencial y no crea en que su alma es inmortal. “Cuando llegue el momento de ser nadie…”

La frase que encabeza este escrito es una de las que más me ha impactado, “Hay que vivir como si fuéramos inmortales”. ¿Por qué dice esto? Porque el hecho de saber que somos inmortales nos motiva para que vivamos con otra dignidad, con la mira puesta en las cosas importantes, en las cosas eternas. Porque el que cree que es inmortal, vive con el gozo de la vida eterna ya en esta tierra. Porque Dios ha puesto eternidad en nuestros corazones y sentimos que nuestra vida tiene trascendencia más allá de los años que vivamos en la tierra. Porque la vida es demasiado corta, demasiado difícil y cuando empezamos a aprender a vivirla ya se nos está terminando. Por todo eso, “Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” dijo el Apóstol Pablo en su carta a los Colosenses.

Qué triste debe ser vivir fingiendo que somos inmortales…

Elisa Herreros

abril-junio 2009


Ancestros

“… Jesucristo, nuestro Señor, que como hombre fue descendiente del rey David” Romanos 1:3

“Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana” Apocalípsis 22:16

En el Reino Unido causa furor una página web (*) por medio de la cual, tras registrarse y abonar la cantidad correspondiente, uno puede a llegar a encontrar a sus antepasados, rastrear la huella de familiares, descubrir de dónde proviene y reconstruir su árbol genealógico.

Este hecho me hizo pensar en el afán que tiene el ser humano por conocer sus propias raíces y así sentirse más identificado con sus ancestros. Aunque, por otro lado, es curioso pensar que la realidad es que poca gente sabe cosas de sus tatarabuelos, lo que me llega a entristecer al comprobar que ni siquiera tu propia familia se va a acordar de ti. (“…Porque pronto pasan y volamos” Salmo 90:10)

Escuché una vez que un japonés se convirtió al cristianismo leyendo el capítulo 1 del Evangelio de Mateo, ¡sí, una genealogía! Qué cosa más extraña, y esto se explica teniendo en cuenta lo importantes que son los antepasados para los pueblos orientales, el comprobar que Cristo es de linaje real.

Jesús pudo haber aparecido en nuestro planeta Tierra de otra manera, por ejemplo como un hombre adulto, igual que los ángeles. Pero en el plan de Dios estaba previsto que se hiciera hombre como nosotros, la “encarnación”, no sólo como un bebé sino desde el vientre de su madre y, aún más allá, con antepasados, con familia, tíos, primos y abuelos. Se hizo hombre dentro de un núcleo familiar y de una época. Porque eso también es una lección viviente. Esa fue la escuela de Cristo, su familia.

Sus coetáneos lo conocían de esa manera, lo identificaban con su pueblo (“Y la gente contestaba: Es el profeta Jesús, el de Nazaret de Galilea”) hasta tal punto que resultó ser casi su apellido “Jesús de Nazaret”. También lo identificaban con su familia (“¿No es este el hijo del carpintero? Y su madre, ¿no es María? ¿No son sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas?”)

Jesús fue niño, recibió educación de sus padres, “se sujetó a ellos” dice Lucas, creció en un hogar, seguramente jugó y se peleó con sus hermanos como un niño normal, no como describe algún evangelio apócrifo donde se presenta al niño Jesús realizando milagros ridículos e inútiles. Fue adolescente, su cuerpo sufrió las difíciles transformaciones de esa etapa (“Y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio”). Fue joven, quizá le gustaba salir a pasear con sus amigos, hablar, descubrir el mundo adulto con curiosidad. Quizá se quejaba de la injusticia, quizá quería ser mayor. Parece osado plantearse estas cosas pero la Biblia dice que vivió y creció como el resto de los seres humanos.


¿Por qué no bajó de una nube? ¿Por qué no apareció de repente en su casa?
¿Por qué le gustaba referirse a sí mismo con un nombre tan nuestro como “el Hijo del Hombre”?

Porque en todo quiso ser igual a nosotros, desde el mismo embarazo, desde el parto, desde el primer llanto, para identificarse del todo, para entendernos del todo.

Elisa Herreros
(*) http://www.ancestry.co.uk/

17 feb 2009

enero-marzo 2009


Las vacas flacas

Pensando cómo encontrar un tema para este primer escrito del año, no he podido evadirme del asunto con el que los medios de comunicación nos bombardean a diario desde hace semanas: la crisis económica.Ninguno de nosotros puede vivir ajeno a esta circunstancia. Nos afecta en mayor o menor medida, desde la pérdida del puesto de trabajo al descenso del poder adquisitivo.Pero no creamos que somos los únicos seres que han pasado por una situación similar. Mucho se ha recordado la terrible crisis del año 29, cuando la bolsa de Nueva York se desplomó y llevó a numerosas personas a la desesperación e incluso al suicidio.

En nuestra lengua utilizamos numerosas expresiones que provienen de la Biblia. Y una de ellas es la de las "vacas flacas". Estas locuciones se encuentran tan arraigadas en nuestro lenguaje cotidiano que, entendiendo su significado, la gente sin embargo desconoce la historia bíblica y el contexto de donde provienen.

Hace casi cuatro mil años, en Egipto hubo una época de prosperidad económica. En ese momento dorado, el Faraón tuvo un sueño. "Le pareció que estaba junto al río, y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón."Después se durmió de nuevo y soñó con las espigas. Cuando despertó, dice la Biblia que estaba "agitado su espíritu". Debía estar nervioso, ansioso y preocupado. Tras consultar a todos los magos y a todos los sabios de Egipto, nadie pudo darle una interpretación a sus sueños. El jefe de los coperos se acordó entonces de José y lo mandó llamar. Una vez que lo sacaron de la cárcel, se arregló y escuchó de boca del propio Faraón el relato de ambos sueños, no sin antes dar toda la gloria a Dios por el don que le había concedido."Lo que Dios va a hacer lo ha mostrado al Faraón" dijo José.Todos conocemos la interpretación, siete años de abundancia vendrían seguidos de siete años de hambre, de un hambre tal que consumiría la tierra y haría olvidar toda la abundancia anterior.

Así somos los seres humanos, y así es la vida en cualquier etapa de la historia, porque no hay nada nuevo bajo el sol. Del río de la vida aparecen de repente vacas flacas que acaban con nuestro estado de bienestar, salud o prosperidad. Eso es lo que la palabra "crisis" significa, o sea, cambio. De pronto, en nuestro camino surge algo nuevo, distinto, negativo, que nos hace tambalear.Tal como le dijo José al Faraón, era necesaria una mente sabía y prudente al frente del problema y había que aprovisionarse de trigo para los años malos y así "el país no morirá de hambre".

Qué fácil resulta la aplicación del texto para nuestro tiempo moderno. La receta anti-crisis de José es válida para la sociedad del siglo XXI. Necesitamos ser sabios y prudentes, no sólo en el ámbito espiritual, moral y de conducta. También en el económico y práctico hay que aplicar el buen juicio. Hay que consumir y ahorrar con sabiduría.

Pero lo más interesante es el final, tenemos que llenar nuestro granero de trigo para que nunca nos falte el pan."Yo soy el pan de vida", dijo Jesús, y también "No os afanéis por vuestra vida"Lee detenidamente Juan 6:48-58 y Mateo 6:25-34

Jesús nos da las claves para vivir confiadamente y para pensar en lo que realmente es importante incluso en tiempo de "vacas flacas".

Elisa Herreros
Presidenta