17 feb 2009

enero-marzo 2009


Las vacas flacas

Pensando cómo encontrar un tema para este primer escrito del año, no he podido evadirme del asunto con el que los medios de comunicación nos bombardean a diario desde hace semanas: la crisis económica.Ninguno de nosotros puede vivir ajeno a esta circunstancia. Nos afecta en mayor o menor medida, desde la pérdida del puesto de trabajo al descenso del poder adquisitivo.Pero no creamos que somos los únicos seres que han pasado por una situación similar. Mucho se ha recordado la terrible crisis del año 29, cuando la bolsa de Nueva York se desplomó y llevó a numerosas personas a la desesperación e incluso al suicidio.

En nuestra lengua utilizamos numerosas expresiones que provienen de la Biblia. Y una de ellas es la de las "vacas flacas". Estas locuciones se encuentran tan arraigadas en nuestro lenguaje cotidiano que, entendiendo su significado, la gente sin embargo desconoce la historia bíblica y el contexto de donde provienen.

Hace casi cuatro mil años, en Egipto hubo una época de prosperidad económica. En ese momento dorado, el Faraón tuvo un sueño. "Le pareció que estaba junto al río, y que del río subían siete vacas, hermosas a la vista, y muy gordas, y pacían en el prado. Y que tras ellas subían del río otras siete vacas de feo aspecto y enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas a la orilla del río; y que las vacas de feo aspecto y enjutas de carne devoraban a las siete vacas hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón."Después se durmió de nuevo y soñó con las espigas. Cuando despertó, dice la Biblia que estaba "agitado su espíritu". Debía estar nervioso, ansioso y preocupado. Tras consultar a todos los magos y a todos los sabios de Egipto, nadie pudo darle una interpretación a sus sueños. El jefe de los coperos se acordó entonces de José y lo mandó llamar. Una vez que lo sacaron de la cárcel, se arregló y escuchó de boca del propio Faraón el relato de ambos sueños, no sin antes dar toda la gloria a Dios por el don que le había concedido."Lo que Dios va a hacer lo ha mostrado al Faraón" dijo José.Todos conocemos la interpretación, siete años de abundancia vendrían seguidos de siete años de hambre, de un hambre tal que consumiría la tierra y haría olvidar toda la abundancia anterior.

Así somos los seres humanos, y así es la vida en cualquier etapa de la historia, porque no hay nada nuevo bajo el sol. Del río de la vida aparecen de repente vacas flacas que acaban con nuestro estado de bienestar, salud o prosperidad. Eso es lo que la palabra "crisis" significa, o sea, cambio. De pronto, en nuestro camino surge algo nuevo, distinto, negativo, que nos hace tambalear.Tal como le dijo José al Faraón, era necesaria una mente sabía y prudente al frente del problema y había que aprovisionarse de trigo para los años malos y así "el país no morirá de hambre".

Qué fácil resulta la aplicación del texto para nuestro tiempo moderno. La receta anti-crisis de José es válida para la sociedad del siglo XXI. Necesitamos ser sabios y prudentes, no sólo en el ámbito espiritual, moral y de conducta. También en el económico y práctico hay que aplicar el buen juicio. Hay que consumir y ahorrar con sabiduría.

Pero lo más interesante es el final, tenemos que llenar nuestro granero de trigo para que nunca nos falte el pan."Yo soy el pan de vida", dijo Jesús, y también "No os afanéis por vuestra vida"Lee detenidamente Juan 6:48-58 y Mateo 6:25-34

Jesús nos da las claves para vivir confiadamente y para pensar en lo que realmente es importante incluso en tiempo de "vacas flacas".

Elisa Herreros
Presidenta