21 ene 2008
enero-febrero 2008
Editorial
Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. Hebreos 4:16
Queridos lectores/as:
Somos invitados a presentarnos ante Su trono con la seguridad de obtener la ayuda necesaria que necesitamos cada día.
Empecemos el Año Nuevo de rodillas delante de Dios, hagamos de nuestro tiempo devocional con Él una disciplina diaria. Demos gracias por las cosas buenas que Él ha hecho por nosotros. Llevemos al Señor nuestras heridas y preocupaciones. Porque es durante esos momentos de oración cuando crecemos en relación íntima con el Padre celestial y experimentamos lo mejor de la vida.
La verdad es que ninguno de nosotros sabe lo que le traerá este nuevo año, pero Dios sí lo sabe. Si mantenemos una comunicación constante con Él y libramos nuestras batallas diarias en oración, tendremos la victoria, no importa las dificultades o los desafíos que se nos presenten.
Mi oración es que el 2008 sea de los mejores años de nuestras vidas. Que seáis muy bendecidos en los días y los meses que tenemos por delante, creciendo en la comunión con el Señor y permitiéndole a Él cumplir Su propósito en nuestra vida.
Por tanto, al esperar lo que nos deparará el año 2008, consideremos la oración como la prioridad de nuestra vida, y acudamos a Dios en busca de consejo o dirección.
Todo el equipo de Nuestra Labor les desea ¡Feliz Año 2008!
Fraternalmente
Lucía González
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